Corría el verano de 1918. Aquel 24 de febrero se presentaba tórrido y denso. Un tufo pegajoso se repartía generoso en el puerto al lado del río Paraná, que entonces llamaban el Rosario de Santa Fe…
Aquel día pesado nacía Don Alberto Casiano Gollán… y aquella jornada lo marcó a fuego durante su vida.
Salió por donde todos lo quieren mandar, debido su carácter tórrido y denso, su perfil poco generoso, por el tufo que desprenden sus negocios dónde siempre a sus socios nunca nada repartía y todo porque Don Alberto corría con ventaja y en sus dedos pegajosos quedaban los vueltos….
Hijo de un destacado médico de la ciudad Don Alberto lo mas cerca del ejercicio de la medicina que estuvo fue cuando lo conchabaron como auxiliar la Biblioteca de la Facultad de Medicina de Rosario, allá por el lejano 1935. Dicen sus amigos –los que no tienen alzheimer- que ese día Alberto Casiano descubrió cosas desconocidas hasta entonces para el: el trabajo y los libros…
Sin embargo el joven Gollán recién descubriría al año siguiente sus verdaderas vocaciones Los días sábados y domingos vendía boletos en el Hipódromo de la Independencia y el de “botón”… ya que debutaría como Agente de la Dirección de Investigaciones de la Policía de Rosario… allí según dicen sus amigos –si los tiene- ostentaba el cargo de “escribiente”…
Sin embargo su búsqueda de vida aún no había acabado. Faltaba para el una mayor preparación para terminar de redondear su vida… conoció la importancia de la “tarasca” en 1938 como auxiliar del Banco de la Nación Argentina… dicen algunos viejos empleados bancarios que Don Alberto aprendió allí el arte de la trampa. Un desliz del entonces descocado Albertito hizo extraviar algunos documentitos en su bolsillito… solo se salvó de volver a su anterior trabajo (pero como encartado) gracias a su distinguido padre.
En 1939 se encontraría con sus dos grades amores… la carne y los ingleses. Es contratado como auxiliar en la compra de ganados en el Frigorífico Swift… sus experiencias como vendedor de boletos y botón lo llevaron a ocupar el cargo de comprador de haciendas. Cuando la década del ’40 moría Don Alberto encontró trabajo permanente: el de yerno…
Para justificar el sueldo su suegro lo puso a vender alpargatas… cuando casase ascendiólo a Gerente de la Sucursal Rosario para terminar siendo Jefe de Créditos y Cobranzas para todo el país…
Así este autodidacta como lo es Don Alberto Casiano Gollán, aplicó toda la experiencia adquirida desde joven a saber:
a) Sabía que con los libros a nada se llegaba,
b) Aprendió a vender toda clase de boletos,
c) Supo que la plata no estaba en la profesión de su padre sino en los bancos,
d) Su experiencia bancaria le permitió saber apropiarse del dinero de otros,
e) Su experiencia de “botón” lo ayudó en todas las actividades de su vida adulta
f) Como empleado del Swift aprendió a comprar la mejor carne para hacer buenos negocios, y esto le permitió elegir la mejor carne de mujer: rica heredera, con tías solteras y con platita, de frágil salud…
Lo que se dice un ejemplo de vida…
En 1960 el destino hizo un quiebre. Sucedió una de esas conjunciones cósmicas o tal vez un disparate sutil… Dios jugó a los dados y ganó Satanás. Cruzó la vida de ese miserable vividor con una persona toda luz, toda visión… Por entonces Don Alberto conoció a ese grande olvidado de rosario que fue Don Guillermo Strazza.
Don Guillermo tenía una visión y un sueño… Don Alberto una calculadora y un cuchillo. Con la plata de su suegro en 1965 montaron Canal 3… pero eso ya es otra historia y será tema de la segunda entrega de esta biografía clandestina.
Aquel día pesado nacía Don Alberto Casiano Gollán… y aquella jornada lo marcó a fuego durante su vida.
Salió por donde todos lo quieren mandar, debido su carácter tórrido y denso, su perfil poco generoso, por el tufo que desprenden sus negocios dónde siempre a sus socios nunca nada repartía y todo porque Don Alberto corría con ventaja y en sus dedos pegajosos quedaban los vueltos….
Hijo de un destacado médico de la ciudad Don Alberto lo mas cerca del ejercicio de la medicina que estuvo fue cuando lo conchabaron como auxiliar la Biblioteca de la Facultad de Medicina de Rosario, allá por el lejano 1935. Dicen sus amigos –los que no tienen alzheimer- que ese día Alberto Casiano descubrió cosas desconocidas hasta entonces para el: el trabajo y los libros…
Sin embargo el joven Gollán recién descubriría al año siguiente sus verdaderas vocaciones Los días sábados y domingos vendía boletos en el Hipódromo de la Independencia y el de “botón”… ya que debutaría como Agente de la Dirección de Investigaciones de la Policía de Rosario… allí según dicen sus amigos –si los tiene- ostentaba el cargo de “escribiente”…
Sin embargo su búsqueda de vida aún no había acabado. Faltaba para el una mayor preparación para terminar de redondear su vida… conoció la importancia de la “tarasca” en 1938 como auxiliar del Banco de la Nación Argentina… dicen algunos viejos empleados bancarios que Don Alberto aprendió allí el arte de la trampa. Un desliz del entonces descocado Albertito hizo extraviar algunos documentitos en su bolsillito… solo se salvó de volver a su anterior trabajo (pero como encartado) gracias a su distinguido padre.
En 1939 se encontraría con sus dos grades amores… la carne y los ingleses. Es contratado como auxiliar en la compra de ganados en el Frigorífico Swift… sus experiencias como vendedor de boletos y botón lo llevaron a ocupar el cargo de comprador de haciendas. Cuando la década del ’40 moría Don Alberto encontró trabajo permanente: el de yerno…
Para justificar el sueldo su suegro lo puso a vender alpargatas… cuando casase ascendiólo a Gerente de la Sucursal Rosario para terminar siendo Jefe de Créditos y Cobranzas para todo el país…
Así este autodidacta como lo es Don Alberto Casiano Gollán, aplicó toda la experiencia adquirida desde joven a saber:
a) Sabía que con los libros a nada se llegaba,
b) Aprendió a vender toda clase de boletos,
c) Supo que la plata no estaba en la profesión de su padre sino en los bancos,
d) Su experiencia bancaria le permitió saber apropiarse del dinero de otros,
e) Su experiencia de “botón” lo ayudó en todas las actividades de su vida adulta
f) Como empleado del Swift aprendió a comprar la mejor carne para hacer buenos negocios, y esto le permitió elegir la mejor carne de mujer: rica heredera, con tías solteras y con platita, de frágil salud…
Lo que se dice un ejemplo de vida…
En 1960 el destino hizo un quiebre. Sucedió una de esas conjunciones cósmicas o tal vez un disparate sutil… Dios jugó a los dados y ganó Satanás. Cruzó la vida de ese miserable vividor con una persona toda luz, toda visión… Por entonces Don Alberto conoció a ese grande olvidado de rosario que fue Don Guillermo Strazza.
Don Guillermo tenía una visión y un sueño… Don Alberto una calculadora y un cuchillo. Con la plata de su suegro en 1965 montaron Canal 3… pero eso ya es otra historia y será tema de la segunda entrega de esta biografía clandestina.